sábado, 16 de febrero de 2008

BANDA CUESTION DE SANGRE (B.JUAREZ)


















"Cuestión de Sangre" Presos de la música
"He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre".
Hermann Hesse (1877-1962) Escritor suizo, de origen alemán

(1 de febrero - B. Juárez) Es imposible que una persona quede impávida ante la presencia invisible de la música. El viaje por el aire desde los instrumentos hasta el oído y el resto del cuerpo, producen, sin el protocolo de un rito religioso, la comunión entre los músicos y el público. Luciano Silva y Gustavo Coronel, dos de los integrantes del conjunto musical “Cuestión de Sangre”, hablan de la breve historia del grupo, pero su gran pasión por la música.Cuestión de Sangre está integrado por Luciano Silva en voz, armónica y guitarra; Mario Silva en percusión y voz, Gustavo Coronel en percusión, voz y guitarra. El repertorio pasa por el tango, el folklore y el rock nacional, es “tan amplio que puede venir un chico de 15 años hasta gente de 60 años o más”, comentó Gustavo Coronel.

Un poco de historia
Luciano Silva cuenta que la idea de la banda salió de la cabeza de su padre, Mario, también integrante del grupo. “Veníamos de un parate con la banda de rock, “Alevosa Flatulencia”, de aproximadamente dos años. Por una cuestión laboral, mi hermano y el bajista están en La Plata. Entonces papá pensó en hacer otra cosa. Habló con mi hermano y le gustó la idea”. Así “Cuestión de Sangre” tomaba el nombre por ser un padre y sus dos hijos. Sin embargo, el hermano de Luciano no pudo sumarse y así fue que se sumó Gustavo Coronel.Después de los clásicos contratiempos para ensayar que tiene la gente que trabaja en otra cosa, finalmente un día dijeron “estamos listos” y el 28 de diciembre del 2007 hicieron su primera presentación en el Club Argentino. “Como era la primera buscamos un lugar chico, sonido tranquilo, para testear cuál era la reacción de la gente. Vendimos los 100 lugares que teníamos y quedó gente afuera, así que nos propusimos algo más grande. Y meter el doble de gente” comentó Luciano Silva.Gustavo Coronel arrancó con la música a los 12 años en un grupo de bailanta. “Yo no estudiaba y mi trabajo en parte fue esa música. Arranqué con los chicos de Carrizo, Alberto y su conjunto. Estuvimos varios años, después empezó a ser Humo Rojo y yo me fui para otro lado e hice la misma música, hasta que los conocí a ellos y ahí empecé con el tema de rock” y agregó que “laburaba para la municipalidad en las colonias de vacaciones y Luciano era profesor y le gustaba tocar la guitarra. Así nos conocimos musicalmente”.Luciano Silva dice que el empezó como “grupo de garaje, con otros chicos entre los que estaba mi hermano. Luego llegó la etapa de Alevosa Flatulencia en la que ya intervino mi papá”. Por otra parte Luciano Silva rescata el poder de adaptación de Gustavo Coronel. “empezó tocando dos tumbadoras, a los dos meses le puso un platillo, a los tres meses le puso un pedal, a los cuatro le puso un redoblante y terminó tocando una batería entera sin haber tocado jamás”.

Música y aprendizaje
Desde su primera salida hasta ahora no han parado de tocar, pero ya tienen su primer tema con letra de Luciano Silva. “Uno para hacer una canción propia necesita sentarse un poquito más” dice Silva. Coronel aseguró que “Necesitamos un descanso, porque nos avasalló todo. No esperábamos tantas presentaciones. No nos dejaron reaccionar. Pero cuando esto pase, nos sentaremos a componer nuestros temas”. Es que como todo grupo que recién nace, “no nos dedicamos a tocar nada más, tenemos que vender las entradas, ver al sonidista, al de Sadaic, organizar las mesas, si tuviéramos una persona que se ocupa sería lo ideal, y uno se dedica a la música, pero uno se la rebusca como puede”, apuntó Silva.Se reconocen que cada uno tiene su techo y que necesitarían de alguien que les enseñara más. Sin embargo dicen que en Juárez no encuentran esa persona que “te cante la justa”. Coronel Señaló que “tenemos ese problema. No hay una persona, ni para percusión o guitarra que enseñe sin cansarte. Hace falta una persona abierta que venga acá y que diga voy a enseñar y los chicos se copen, que tenga un gancho y no es fácil” y agregó que “en el encuentro de músicos, me asombre de la cantidad de chicos que hay tocando y no hay alguien que venga y marque la cancha, porque si me hubieran marcado de otra manera cuando arranqué, sería totalmente distinto, sin embargo, uno se va haciendo”.




Aldia7: ¿La música es la vocación?
Luciano: No, en mi caso es la educación física, yo soy un apasionado de lo que hago, a mí me gusta sobremanera, me gusta enseñar y practicar, es una actividad bien paga, saludable, de no tantas horas a la semana. Yo amo a mi trabajo, pero a medida que pasa el tiempo cada vez me gusta más la música, sería bárbaro poder vivir de la música, porque viviríamos viajando, conociendo lugares, pero no sé si dejaría mi trabajo, de jugar al fútbol.
Gustavo: Ahora soy un desocupado. Pero vivo de la música. Sábados y domingo, gracias a Dios todo este año lo tengo ocupado con otro conjunto y tengo que hacer sonidos. Tengo mucha tarea de la música, está bueno vivir de esto, pero a veces hay casos que no está bien pago. Si uno pudiera vivir de la música lo haría.
Luciano: Nosotros, todavía lo tomamos a un nivel amateur. Si nos quedan $500 de este recital, vamos a ser los tipos más felices del mundo, pero no podemos comprar nada con eso y siempre hay que actualizarse, reponer cuerdas de las guitarras, o comprar instrumentos nuevos. Yo quiero que la gente vaya y vea. Es lindo que te venga a ver alguien. Es una alegría de arriba del escenario ver una persona que invitaste que no es de las familia. Sentís un apoyo.
Aldia7: ¿El diseño del repertorio tiene algún criterio artístico?
Luciano: generalmente hago yo las listas de temas. Les muestro y ellos me proponen cambios.
Gustavo: Nosotros le delegamos la lista a él.
Luciano: la pienso desde abajo, pienso que canción me gustaría escuchar si pagué la entrada. Tenés que arrancar bien, parejito, bajar la intensidad y con las últimas 10 canciones hacer que la gente termine parada y bailando si es posible. El otro día, una persona emocionada me comentó que un tema que hicimos la escuchaba cuando estaban en las Malvinas. Uno no se da cuenta, pero esas son las cosas que buscamos. Que la gente diga la verdad que bueno que gasté $8 en esa entrada y no me quedé mirando en casa un partido de fútbol.
Gustavo: creo que todo lo que hicimos en la actuación anterior valió la pena, porque a toda la gente que visité ofreciéndole la entrada se la quedó. Quiere decir que no estuvo mal.
Aldia7: Y entre ustedes como se llevan?
Luciano: Bien, somos muy poquitos, lo que se puede, discutir constructivamente es que tema entra y que tema no.. Pero a mí me desestructura un poco lo de ellos, porque ellos tienen folklore y yo soy muy del rock. Es un trabajo lindo para mí porque tengo que readaptarme, toda la vida canté con las letras en la cabeza y ahora tengo que cantar con la letra en el atril.
Aldía7: Donde ensayan?
Luciano: En la casa de mi vieja, tenemos todo armado, mi vieja no tiene ningún problema. Tocamos sin sonido por lo tanto tampoco molestamos a los vecinos. Inclusive cuando tocábamos con sonido y hacíamos rock. Nunca ensayábamos a las dos de la tarde.
La realidad es que el arte libera. Sin embargo, tarde o temprano, enamorado, pasionado por una disciplina, como en este caso la música, se termina apresado. Porque cuando se ama lo que hace, ya no es superficial. La pasión corre por debajo de la piel y el arte que se practica se convierte en una cuestión de sangre.