sábado, 16 de febrero de 2008

TOCAYA TIERRA (EX FACON)

Crítica: "Tocaya Tierra"
La fecha conmemora la lucha contra las injusticias de los relegados, una temática esencial en el rock argentino. Confirmando la conexión, destacamos cuatro discos folclóricos actuales.Matías Peluffo









Rompiendo la tradición de incluir abundante material ajeno en una placa propia esta agrupación azuleña ofrece en su debut la actitud orgullosa de sostenerse (casi) íntegramente sobre composiciones de su cantante y guitarrista Fernando Chiodi. El muy realista dibujo de tapa, firmado por ese multirubro artístico conocido como Evaristo Martinez, muestra a Chiodi y al baterista Pablo Vitale levantándose de un suelo reseco mientras algunas raíces los aferran a la tierra. La imagen resume una cuestión destacable: estos dos socios musicales que tocan juntos desde hace casi quince años, primero en La Especie y después en Facón, tuvieron como horizonte sonar de un modo natural, con mucha madera y orientando su búsqueda más hacia lo simple que a los arreglos imposibles de llevar al vivo. Eso no quiere decir que carezcan de profundidad, sino que no quisieron poner en práctica muchas locuras.
"Me voy/ hacia la vida/ quién no/ tiene una herida?" se preguntan en el primer estribillo de "Darnos el sol" una canción con coros motivadores que inaugura la placa. El segundo tema es "La buena vida", donde se destaca la notable base construida por Vitale con sus escobillas. "El hijo ser padre" es una vieja canción dedicada por Chiodi a su primogénita, según dijo en el escenario del Teatro Español durante la última presentación del grupo. Sobre la mitad llega "No iré más allá", carnavalito rockerito que provoca una sensación como de grandilocuencia agazapada ideal para abrir recitales. De ahí salen con "Era nuestro", candombe beat radiable y fácil de recordar. El suave soplo de "Para llevar" arma un clímax de lo más sosegado. Y la intervención de Andrés Beeuwsaert en la hermosa "Cantaré" (clásico de Facón) constituye el pico musical del disco. "Semilla" es una canción capaz de levantar el ánimo en la mañana más gris de la semana. "Para siempre" aporta un candombe progresivo donde los arreglos de voces logran un instante lúdico. Cuando aparece "Equilibro primitivo", un reggae con una elegante base funky del bajista Julio Caputo, el disco se saca la remera y se pone a bailar en cueros. "Llorar" es una de esas cancioncitas chiquititas pero con pies ligeros que cuando llegan al estribillo se ponen a saltar. La única composición ajena llega sobre el final con "Samba del laurel" de un Cuchi Leguizamón que escribió "se me ha vuelto cogollo el silencio de esperarte a la orilla del río/ y me gusta saber que un aroma a laurel me llenó de rocío el olvido"; en esta canción Caputo mete unos coros fitopeazcos que consiguen un brillo interesante. "Racimos" muestra arreglitos rockeros, distorsiones limpias y culmina con una nube de instrumentaciones donde Pablo Vitale le saca lustre a su batería. El punto final es "Cruz del sur", donde la banda irradia un centelleo nocturno y sensual.
Resumiendo: se puede decir que es un disco de canciones que en lo folklórico encuentran una lengua madre, pero que hablan varios idiomas al mismo tiempo. El sonido de la mayoría de los tracks tira más para el lado del rock unplugged que de la solemnidad de tierra adentro. Tocaya cierra un trabajo templado y orientado a lo popular que, teniendo en cuenta la reciente incorporación del Mosca Sciglione en guitarra, invita a esperar material más rocker aún de su segundo esfuerzo, cuya grabación fue anunciada para el próximo verano.

Lista de temas de "Tocaya Tierra", de Tocaya Tierra (2006)
Darnos el sol
La buena vida
El hijo ser padre
No iré mas allá
Era nuestro
Para llevar
Cantaré
Semilla
Rayos
Para siempre
Equilibrio primitivo
Llorar
Zamba del laurel
Racimos
Cruz del sur




Fernando Chiodi en guitarra y voz,
Pablo Vitale en batería y percusión,
Julio Caputo en bajo
Andrés Beauwsaert en teclados son Tocaya Tierra


Velada Folklórica
CELEBRANDO LA FIESTA PATRIA SE PRESENTA “TOCAYA TIERRA”
El próximo 25 de Mayo y con la organización conjunta del Centro Folklórico “El Sombrerito” y la Dirección de Cultura local, se presentará en el Salón Pampeano de la entidad nativista, el conjunto azuleño “Tocaya Tierra” integrado por Fernando Chiodi (guitarra, voz y arreglos); Agustín Scillone (guitarra eléctrica, cuatro venezolano y coros); Pablo Vitale (batería y coros); y Leonel Cejas (bajo y coros).
“Tocaya Tierra” nace hace poco más de un año, como una necesidad ininterrumpida en el extenso camino musical de sus integrantes. Con su primer compacto ya editado, el grupo viene difundiendo un repertorio que enfatiza la música argentina desde la estética particular, atraída por sonoridades urbanas y rurales. Sus integrantes provienen del jazz y el rock, logrando una fusión de ritmos y armonías de profundo y estético contenido musical.La Jornada se complementará con cuadros alusivos a la Fiesta Patria por el grupo de Coreo imaginación de “El Sombrerito” y la tradicional cantina con comidas criollas. El inicio está previsto para las 21.30 hs.
11.11.2006.-







fuente: Contratapa - 20/11/2006
lunes, 20 de noviembre de 2006

El reportaje "La música en mi vida es una necesidad espiritual"
Nació a la música con el rock; pero en un viaje a España descubrió su pertenencia al folclore y en esa unión de estilos eligió el camino musical que hoy transita. Fernando Chiodi fue parte de Ayuntay, La Especie, Facón y ahora lo es de Tocaya Tierra, agrupaciones que, más allá de un género donde encasillarlas, siempre aportaron buen material. El final de Facón y la relación con su hermano el Turco también forman parte de esta entrevista.

"Encontré mi lugar, compongo lo que me viene a la cabeza y es una mezcla entre folclore y rock. Creo que es sincero y además humilde. Si subo a un escenario es para decir algo, no lo hago por el estrellato".

-¿Qué lo hizo dedicarse de lleno a la música?
-Yo estudié Maestro Mayor de Obras, pero cuando estaba por terminar la carrera le dije a mis viejos que la iba a finalizar por respeto a ellos pero que me iba a dedicar a la música. A mi me gustaba Arquitectura porque me parecía creativo. Había hecho el ciclo básico en la Escuela Industrial y estudié en Olavarría y Tandil, pero nunca ejercí.
-¿Ni siquiera en los momentos malos para la música se dedicó a esa profesión?
-No, porque como músico lo que hice fue vivir de la docencia. Cuando no entrás en el circuito comercial y no podés vivir de eso, te tenés que dedicar a dar clases. Yo no quiero hacer música para ganar plata nomás. Lo podría hacer cantando covers en los bares, pero la música en mi vida es una necesidad espiritual. Para algunos chicos de acá es importante llegar a Buenos Aires y tocar con algún famoso. A mi no me hubiera gustado tocar la guitarra con Diego Torres, por ejemplo. No cambio por nada mi música.
-¿Qué estilo escuchaba cuando comenzó?
-Siempre escuché rock. Lo que pasa es que tuve una infancia muy de campo y cuando vine acá no salía y no tuve novia hasta los 18 ó 19 años. No era un chico muy lanzado a la aventura. En esa época escuchaba rock y conocí el folclore cuando me convocaron a Ayuntay Juan Carlos Maddío, Pieri Saldaño y mi hermano Marcelo. Ahí toqué la percusión, conocí Cosquín y fue algo que me pegó muy fuerte porque se vive hasta en la calle. Y acá, yo creo que la provincia de Buenos Aires es rock, pero con un estilo de vida pueblerino que ha influido en la música que estoy haciendo ahora.
-¿Ayuntay fue un grupo renovador para el folclore?
-Creo que sí. Nos decían que el saxo casi no se usaba en el folclore y fue bastante novedoso. También teníamos dos traversas y el nombre de Ayuntay quedó grabado en la gente, pero yo no me pudo hacer mucho cargo porque era muy chico. Mi primer compromiso fuerte fue con La Especie.
-¿Cómo fue lo de La Especie?
-Con mi hermano el Turco decíamos que íbamos a hacer un grupo de rock y ahí sí puedo decir que era mi música. Le puse todas las fichas, pero llegó un momento en que dije"no me llena" y entonces dejé. Creo que me ayudó haber viajado a Europa dos veces: en el 92 y en el 95, que me metí en unos"barsuchos" de gitanos que cantaban flamenco en Madrid. Una vez me pasaron una guitarra y canté un par de tangos y un par de zambas, algo que fuera nuestro. Eso me hizo tomar conciencia y al tiempo me fui de La Especie. Me acuerdo que cuando les dije a los chicos que no quería seguir me puse a llorar. Fue como cortar con una mina, una onda"sé que no quiero seguir esta historia, pero me duele" .
-Al tiempo se volvió a juntar con el Turco...
-Sí, mi hermano me dijo que quería hacer ritmos latinoamericanos o algo así. Pero como me gustaba la forma de componer del Turco le dije que si. Así armamos Facón con Pieri Saldaño por lo étnico que aportaba el charango. Buscábamos un alquimia, como ir para arriba con una argentina rockera. Como a algo había que pegarle, lo llamamos a Pablo Vitale para que hiciera percusión. A él mucho no le gustó, pero tocó mucho tiempo sin bombo, que era como hacerlo sin la pierna derecha. Se hizo algo muy loco, de mucha masividad.
-¿Estaban preparados para eso?
-Creo que en algún punto no. Nadie nos aconsejó. En la época de "Maquillando las noticias" había mucha gente metida y estábamos muy inexpertos. Ibamos a programas de televisión o a almorzar en Puerto Madero tomando champagne porque la empresa ponía mucha guita pero en pelotudeces. Facón fue muy positivo y me duele que se haya roto.
-¿Y por qué se rompió?
-Por entender el proyecto de diferentes maneras. Yo lo entendía como algo muy de abajo, de cuatro perejiles del interior que llegaron a un lugar que no es fácil llegar. El Turco no entendió que era un proyecto tan grupal. Cuando pintó el kilombo, él siempre dijo que eran sus canciones y yo no lo entendí así. Cuando se da algo grande, esa energía de grupo, no pasa todo por la canción. Esa es mi verdad.
-¿La relación con el Turco está cortada?
-No, no está cortada. Cambió la relación. Sigo sosteniendo que se equivocó, pero yo lo quiero mucho y me parece un excelente compositor y con mucha magia en el escenario. Cada vez que lo encuentro siento como un cariño, es más fuerte que él lo que ha pasado. Creo que él de alguna manera también debe estar arrepentido de haber perdido el proyecto. Más allá de que sea mi hermano, yo lo veo más como un compañero de música en un sentimiento de haber tenido algo muy "grosso" musicalmente. Eso para mi es más importante que la cuestión de la sangre.
-¿Actualmente tiene una sociedad compositiva con Pablo Vitale?
-Con Pablito tocamos desde La Especie porque entendemos la cosa de la misma manera. Creo que él tiene una forma de pensar parecida a la mía. Yo no estoy tan delirante como a los 20 años, que estaba con mi hija Ludmila que capaz no tenía para comer y a mi me importaba más la guitarra. Uno madura, ahora se que todas las bandas que tenga, desde Facón en adelante, van a ser siempre igual. Es una de las pocas seguridades que tengo en la vida. Ya estoy cortado por esa tijera. Encontré mi lugar, compongo lo que me viene a la cabeza y es una mezcla entre folclore y rock. Creo que es sincero y además humilde. Si subo a un escenario es para decir algo, no lo hago por el estrellato.
-¿Le genera complicaciones estar a mitad de camino entre el rock y el folclore?
-Pasa que un disco de Tocaya Tierra es difícil de ubicar en la góndola ¿Dónde lo ponés? ¿En la del rock o en la de folclore? Eso es algo que nos pasa desde Facón. Yo siempre he comulgado más con la gente del rock. Hay folcloristas que respeto, pero se ve que hay productos armados y yo no tengo temas de conversación con ellos. Hasta me parecen de poca cabeza. A mi me gusta Pergolini que es del rock. Qué se yo, no me dan risa los Midachi, no los soporto, y si me dan risa "Todo por $ 2", que es rock and roll. Entonces, si todo lo que me gusta es rock and roll, yo soy rock and roll.

Ficha personal
Fernando Gabriel "Chima" Chiodi nació el 27 de febrero de 1965 en Chillar debido a que no había hospital en 16 de Julio, la localidad donde vivía su familia. Está casado con Vanesa De Franco, con quien tiene dos hijos: Tomás y Juana. También tiene una hija, Ludmila, de una relación anterior. Aunque se recibió de Maestro Mayor de Obras, nunca ejerció, por lo que como profesión reconoce solo la de músico.

fuente : La Región Claromecó

Tocaya Tierra: cuando el folclore y el rock se juntan

Cuando una banda de músicos, desde la sencillez y la virtud, logran meterse en la cabeza y el corazón de quienes los escuchan u observan, esto se transforma en encuentro difícil de definir. Lo de Tocaya Tierra no requiere mucha explicación y sólo basta con escucharlos para comprender que el rock y el folclore o viceversa, pueden transitar un camino juntos y abrazados. Cuentan Fernando y Pablo, sus líderes, y ex integrantes de Fakón, que la música en ellos se da manera fluida y natural, sin demasiados rebusques. Tan solo mezclan en sus notas los colores de la música que quisieron desde siempre, y así aparecen Charly García, Fito y el Flaco Spinetta, mezclados con chacareras, no sin antes haber vivido muchas horas de rock y muchas otras de folclore en la cocina de Cosquín, donde no se respira otra cosa que cultura musical autóctona. Los pulgares bien arriba para los artistas de la ciudad de Azul que veranean y tocan en Claromecó, donde además quedaron inmortalizados en un single comercial perteneciente a una empresa constructora. Eligen descansar junto a sus familias en estas playas, donde dejan gratos recuerdos como la tarde del último sábado en Los Troncos de Dunamar.